Días oscuros.

¿Cuántas historias no existen sobre seres de otros planetas? Muchos creen que son mitos, pero no es así, ellos se encuentran entre nosotros, viven, comen y duermen a nuestro lado... Esperando el momento preciso para conquistar. Nos encontramos en medio de una guerra, una guerra capaz de terminar con la vida como la conocemos; nosotros sólo somos un objetivo en esta colección de mundos. Un punto más en el mapa de una carrera por la supremacía. No sabemos mucho de ellos, es como caminar a ciegas; ¿Qué es entonces lo que sabemos? sabemos que tienen sentimientos, historias, tiempo... Tal como nosotros. Pero a diferencia de los humanos, ellos no tienen miedo, sólo deseos de venganza y conquista.

Cuándo Caelus, cayó bajo el dominio de una raza de conquistadores provenientes de una galaxia desconocida para nosotros, fue que se desato el caos para toda forma de vida. Caelus, mejor conocido como “el planeta azul”, fue invadido por los conquistadores después de que estos destruyesen su propio planeta en un vano intento de satisfacer sus necesidades, necesidades que iban más allá de su propia imaginación. Los habitantes pacíficos de Caelus convivían con los “Volcanos”, criaturas capaces de tomar la forma deseada y crear vínculos con sus anfitriones; los vínculos llegaban más allá de una amistad, iban hasta la vida y la muerte. Para los conquistadores éste hecho era inexplicable, pues consideraban el vínculo como una fuente de poder para los “Caelienses”, que por naturaleza era una especie de cazadores
Llenos de avaricia trataron de romper dichas uniones para así «Poder gobernar todo aquello que se pusiera en el mapa de ésta colección.» Pero jamás consideraron una inminente rebelión después de la oleada de muerte que la ruptura ocasiono. Muchos pensarían que los Caelienses fueron los vencedores, era su planeta, eran una familia, pero no fue así, a veces la avaricia va más allá de la propia sangre, del propio origen, va más allá de la vida. Muchos líderes y sus criaturas decidieron unirse a las filas de los conquistadores, dejando atrás a sus familias, hijos, amigos; optaron por ganar un mundo en llamas que defender su “Planeta azul”. Fue así como las tropas de los pacíficos cazadores se vieron disminuidas, uno contra mil, no importaba cuantos más Volcanos llegasen, la guerra estaba perdida, contra el odio sin esperanza nada se puede hacer. La lucha encarnizada duro siglos, tiñendo así al planeta de rojo. No había más vida ahí para todos aquellos que les dieron la espalda a los conquistadores, aquellos que no murieron en la lucha: Para los desterrados.

Pronto Caelus no existió más ¿Es que ellos no conocían su historia? De nuevo su avaricia les había llevado a la destrucción de un planeta, y sus deseos de sangre, les llevaba a ésta insaciable carrera contra la vida. Los conquistadores, sedientos de poder, deseosos de sentir la victoria nuevamente siguieron de galaxia en galaxia, buscando, encontrando, conquistando y destruyendo. Les tomo siglos llegar hasta nosotros, pero ahora están aquí. Viviendo entre nosotros, siendo seguidos por los desterrados, aquella pacifica especie que ahora sólo busca venganza, poder, conquistar a los conquistadores. Entre nosotros existen aquellos que llaman “Neutrales”, no se sabe cómo han llegado, tampoco su origen, de ellos no se sabe nada a excepción de que son una señal, un punto de reunión, que sin saberlo nos vuelven un foco rojo de conquista. Somos un foco rojo en el mapa, brillando con un solo nombre “NEW YORK”; porque todo líder necesita un monumento y el nuestro no es la libertad.

Por suerte lo sabemos, hemos estado preparándonos para esto pero ¿Todo eso será suficiente? ¿Seremos los humanos lo suficientemente fuertes? ¿O nuestro planeta caerá como Caelus cayó? No puedo decir más, porque no lo sé, pero algo puedo asegurar: Esta guerra apenas comienza.